Tomé el autobús desde la terminal de Querétaro, costó como 75 pesos y duró 1 hora o maso. Era curioso el paisaje, se veía pobreza y casitas de vez en cuando, de resto todo era campo.
en San Miguel.
La terminal quedaba cerca al mercado principal y al centro, era mejor caminar.
cosita riiica mi amoooor, manzanas, tamarindo y bananas riiicaaaas!!
como era la hora del almuerzo, compré frutas, el senor les iba a echar una salsa rara pero lo detuve. Quería solo la fruta. Eran como 2000 COP. y vendía mucho el puesto.
Me senté en un mini restaurante a pedir algo (iba de tour en cada puesto invirtiendo en la felicidad de mi estómago) mientras terminaba mi cookie del día anterior.
El mejor sitio para comer! :)
típico mexicano jeje, muy educado by the way.
cosita riiica. pulpo :)
Sopa de puerco o algo así. Deliciosa!!
El mercado era enoooorme y muy colorido, vi comida de todo tipo. las familias se sentaban juntas a comer rico (no sano) y barato.
Luego del mercado (y de comerme casi todo), caminé al centro de la ciudad. La gente parecía alegre y el sitio seguro y limpio.
Como en las movies.
Centro Cultural Ignacio Ramírez El Nigromante
Siempre me quedaron bien muhahaha jajajjaja
Por toda la calle principal había sitios para entrar y mirar, pequeños mercados interconectados y unos minu museos. El sitio era fantástico! Me encantaba aunque no pude dejar de notar de que habían muchos extranjeros, parejas jóvenes etc. Estaba bien... yo sola me defendía. No tenía que ir de la mano de nadie.
Parroquia de San Miguel Arcángel en el Jardín de Allende.
La parroquia y la Santa escuela (a la izquierda)
Luego de lleanarme hasta las tetas de santos e iglesias me fui a perder entre las calles de San miguel para llegar por coincidencia a un parque muy bonito y limpio. Pensé que tal vez ese pueblo era ideal para retirarse.
No quería ni pensar si una de esas materas se caía.
Plaza Cívica, conocida tambien como plaza de la soledad jjajajaa -_- me cagaba en tooo
No se sabía si seguía borracho (era más de medio día o fingía estarlo), me dio lástima y le di dinero a falta de una panadería para comprarle algo de comer.
De regreso a la estación vi el otro lado de San miguel, me metí un poco en el barrio no tan bonito... era interesante.
Finalmente el hijo de puta del conductor me dejó en la terminal a pesar de que tenía mi tiquete y estaba a tiempo. El desgraciado salió antes. Me devolvieron mi dinero en taquilla y me regresé en un Uber. Era nice y admiré el paisaje.
San miguel era un pueblo pequeño, hermoso y colorido, muy alegre y en medio de la nada. Era perfecto.
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