Para el fin de semana habiamos planeado mi parientes y yo ir a Belmira pero hubo un cambio de ultima hora y decidimos ir a San Rafael, un publito en medio de la nada a casi 3 horas de medellin, había un rio bonito y era tranquilo.
Aquella manana me tiré 2 horas estudiando en el auto, hicimos una parada en el camino para que ellos pudieran tener el segundo desayuno del día mientras yo era feliz con una aromática.
vistas desde el restaurante en que nos detuvimos. |
El balneario quedaba cruzando un puente y habia que pagar entrada porque era propiedad privada. Habian familias haciendo sancocho al lado del rio, generalmente eran los hombres quienes se encargaban de eso. La gente ponía musica y pues... era un sitio okay. para pasar el rato.
Como ya era casi meio dia, mi estomago empezaba a gruñir y mi horrible genio con él. Nos fuimos a uno de los tres restaurantes del sitio, pedí un sancocho de pollo y terminé con unas cookies.
que no se diga que esa sonrisa es natural... -_- lol |
la verdadera cocina de un restaurante local. nada fancy y los precios de las comidas (que era de porcion grande) eran de 10.000 a 20.000
venta de empanadas |
Me tiré sobre una piedra a mirar al cielo y los árboles. |
el único pez de río qu vi jujuju |
Ir de paseo con mis parientes era extraño, yo nunca pertenecería a esa familia y tampoco veía en formar una propia. Pero me gustava ver que mi hermana era feliz. ella lo tenía todo. |
Al par de horas nos fuimos justo en el momento en que empezó a caer la lluvia. Mi hermana había pedido ver el tardecer en guatapé que estaba a 30 minutos y en todo el camino de regreso.
Al llegar a guatape nos fuimos a un café para ellos tener su 4ta comida del dia (pasteles y café) y yo un té.
típico puesto de comida colombiana callejera. fritos... y los gringos morían por comerlo |
a ver nena, haz tu mejor careto pa la foto, disimula que no tienes cansancio. |
dormí todo el camino hasta marinilla, había un trancón de 2 horas y se volvió eterno. |
finde de trabajo, aunque no lo parezca si estaba bañada jujuju |
El paseo a San Rafel fue okay, tal vez merece quedada a dormir para no tirarse las 6 horas al dia de viaje. Me encantó ver las piedras del río y el silencio.
Volví esa noche a casa de mi amiga para trabajar al dia siguiente. Aquel viernes siguiente me fui y volví a casa de mis parientes. Seguía comprometida con mis dos trabajos, incluyendo findes. Es muy interesante lo que es patearse el propio culo par salir de la zona de confort.
La última noche volviendo del super vi a la luna creciente saliendo timidamente de entre las nubes, prometí mantener mi promesa, no tenía opción, no había otra salida y estaba orgullosa de ello. Una sonrisa salió de mis labios.
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