Wednesday, 9 October 2019

Sueño de Verano

Este no es un post de viajes, es de un sueño:



La oscuridad envolvía mis ojos, no podía ver nada y apenas era consciente de mi existencia. ¿eres tú?
¿es éste tu calor? Un piso de mármol dio espacio para poder recrear mis piernas. Ahora podía caminar y no flotar en aquella fría dimensión. Una mancha rojiza se hacía más y más grande, era una camisa... una camisa que un hombre llevaba puesta y yo estaba detrás de él con mi mano aferrada a él; justo como hacen los niños para no perderse de sus padres. 

Pude reconocer el lugar por el cual caminaba. Era una mezcla de Siena con las escalatinas de mármol y el mar de Sitges, caminaba por un pasaje que llevaba a una iglesia que encaraba al mar y playa. 

El cielo era rojo, la hora del crepúsculo se acercaba, el final del día y el comienzo de la noche, el punto exacto donde sucede la magia, donde aquello que no puede ser descrito pero es protagonista de infinitas leyendas hace su aparición. La hora de los amantes, la hora donde la luna que por fin reinaba sobre el día. 

Miré fijamente a aquel rostro hermoso, aquel rostro que conocía tan bien y amaba tanto. No hubo palabras, solo una cálida sonrisa dirigida a mí. Dios mío, era feliz, yo era la chica más feliz del mundo y el cielo se volvió aún más rojo con destellos morados y sombras envolvieron aquel pasaje, el mar que antes estaba tan calmo dio un rugido en sincronía con mi corazón. Pude sentir amor, amor puro por esos ojos que me observaban. 

Sonreí, tomé su mano y regresé a las sombras que me habían concedido solo unos minutos, ese era el trato.

-Adiós. Murmuré entre lágrimas. -Te amo, te amé y siempre será así. Fueron mis últimos pensamientos.


Las sombras me despojaron de mi corazón, de mi cuerpo y me llevaron consigo por el universo.

No comments:

Post a Comment